NOTA: El director de esta película es Gareth Edwards, su único trabajo anterior consta de la película Monster, la cual, tan sólo ver el trailer es una gran pérdida de tiempo, así como... tener una ex con la cual duraste 2 años o más... sí, así de grave, chicos. De todas maneras, escribo este artículo con mucho afecto pues, conocí a Godzilla en el remake norteamericano de Roland Emmerich, tenía figuras de acción de esta franquicia, un videojuego en la primer plataforma de Xbox e inclusive, soy de las pocas personas que han visto la mítica Godzilla vs King Kong en un dvd en Carolina del Norte.
Llega el nuevo remake/reboot del monstruo más famoso de todos los tiempos: Godzilla, en un filme "protagonizado" por Bryan Cranston.
La película mezcla los ambientes japoneses y norteaméricanos para hacerle justicia a la franquicia original. Se desarrolla en un entorno muy realista, desde los orígenes de los kaijus (la manera japonesa -y por lo tanto, original- de designar a estos monstruos gigantes) hasta sus asombrosas apariciones en pantalla donde lucen increíblemente realista (un aplauso a la compañía de fx y cgi).
Sin embargo, a pesar que visualmente es sorprendente, la actuación es muy floja. Tenemos un Bryan Cranston que #he'snottheonewhoknocks y todo el peso recae en Aaron Taylor-Johnson (¿quién?) y un Ken Watanabe, que como suelen decir en mi país "se quedó como el chinito, mirando" y su escena más dramática, cuando revela el nombre del monstruo -gojida- se convierte en un momento de comedia.
A pesar de todo ello, la nueva película de Godzilla es uno de los principales atractivos del cine este año y con 93 millones de dólares recaudados el primer fin de semana tan sólo en EU, ya se ha confirmado la segunda parte.
Ahora crítica con spoilers:
El origen de Godzilla se remonta a 1950, donde fue encontrado y trataron de eliminarlo con supuestas pruebas de bombas atómicas en el oceáno Pacífico. El tiempo transcurre y todo comienza cuando una espora se libera de una isla en Filipinas y la otra es llevada a Nuevo México. esta escena pareciera un homenaje o un posible guiño a la Isla Monstruo.
Bryan Cranston era director de una planta termonuclear, donde debido a un "accidente" pierde a su esposa, obsesionandose con ese suceso. Su hijo -interpretado por Aaron Taylor- es un teniente de US Navy casado con alguna de las hermanas Olsen -vamos, todos vimos la serie de las hnas Olsen o alguna de sus películas-.
Las amenazas de la película son dos kaijus que no son propiamente del canon de Godzilla. Son una pareja de kaijus con rostros sacados de Titanes del Pacífico, macho y hembra respectivamente, con apariencia de mantis religiosa y el macho cuenta con alas. Cuando se revela el primer de estos kaijus, Bryan Cranston muere sin pena ni gloria.
En este momento todo recae en Aaron, a quien le falta mucho en el arte de interpretación, sin embargo desde el principio de la película notamos que donde él esté ocurrirá algún tipo de ataque y es esto lo que nos hace querer terminar la película. Su esposa, la chica Olse, actúa como si nunca hubiera sabido en que película estaba, se limita a interpretar a una enfermera con una vida trágica.
Mención honorífica para la escena donde Godzilla acaba con el kaiju hembra con su mejor habilidad, además como dato, este nuevo Godzilla es el más grande en la historia.
Y por si no lo notaron, Aaron Taylor y la chica Olsen son los mismos que interpretan a Quicksilver y Scarlett Witch en el final de Capitán América. ¿Que pasa contigo Warner?
