Netflix nos tiene ya acostumbrados a series de gran calidad y atención mediática, tales como House of Cards y Better Call Saul. Pero también a tesoros escondidos, tal es el caso de Sense 8.
Creada por los "hermanos" Wachowski -quienes siguen siendo recordados por Matrix- entramos a una historia de sci-fi sobre 8 sensates, nombre que se les da a humanos que contienen una evolución genética, en la cual pueden comunicarse y sentir a través de otros humanos con las mismas habilidades.
Con un elenco alrededor del mundo, la serie nos muestra como se desarrolla la conexión que no solo se centra en ellos, sino en que deben sobrevivir a sus propios entornos. Me encantaría describirlos pero describir sus historias es parte de la magia de esta obra. Desde San Francisco hasta Seúl la serie no deja de sorprender con su dirección, fotografía y banda sonora.
Los 12 capítulos son tan adictivos y con una secuencia perfecta que pareciera una película de 12 horas. Solo una pequeña advertencia, pues la serie cuenta con escenas no aptas para el público de todas las edades... Sobretodo en el capítulo 6, créanme.